Me encanta la música de los 90, una década en la cual la fusión musical cobra un sentido superlativo, estratosférico, mercadimensional, donde no importa que la nada no suene a nada, lo que prima es que todo gire frenéticamente intóxicando los sentidos. Eso si, al menos las letras son reivindicativas, están cargadas de compromiso, y si sabemos leer entre lineas descubrimos que tras el alegre pachangueo se esconde una dura crítica a TO LO MALO, y las injusticias injustas de este injusto mundo son denunciadas con amarga ironía.
Si no fuese por los exóticos paisajes del video-documental habría vomitado antes de contar diez.
Por cierto, ¿que es eso de sin tetas no hay paraiso? con esos culos el paraiso está sobrado de tetas.
Hermanitos sigan el rastro de ron.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
¡Que gran versión! a la altura del Quiero verte de los sobraos (mira que era fácil superar la original)
Riquitikitiki porrompompero? Hacia muchoooo que no escuchaba esta canción, que grande. Vivan los 90 ome y vivan esas nalgas retozonas en el agua
Lo único que merece la pena de los 90 son las Spice Girls y Maita Vende Cá. Eso lo sabe todo el mundo.
Besins!
¿Pero era una canción? PUTA MIERDA, en el momento que he visto el primer culo bailando mi sistema nervioso a desactivado todos los sentidos menos la vista....
Los 90, esos grandes olvidados... molaron mazo, yo pasé mi adolescencia en ellos y bien que lo sé. Y la música fue insuperable, de hecho mucha gente ignora que muchos temas hoy venerados como ochenteros son en realidad noventunos (noventeros si lo preferís)
Publicar un comentario