miércoles, 31 de octubre de 2007

HWY: An American Pastoral; al Rey Lagarto también le molaba el desierto


Parece ser que en 1970, durante una entrevista concedida a Rolling Stone, al bueno de Jimbo le preguntaron por una peli que había rodado meses atrás con los colegas. Una peli en la que el protagonista -él mismo, the Lizard King in the person, ¿quién si no?- surgía del desierto y se adentraba en Los Ángeles:

Entrevistador: "¿Sobre qué trata este largometraje, Jim?"
Jim: "En realidad no tiene argumento"

¿Se puede ser más genial? ¿Más humilde? ¿Os imagináis a su clon subnormal maño diciendo algo así de cualquiera de sus abortos? Porque, amigos míos, si habéis visionado HWY: An American Pastoral, sabréis que la respuesta del bueno de Morrison es una afilada estocada, envenenada con finísima ironía, al corazón mismo de la industria cinematográfica. Vale, cierto que a mi amigo el Sr.Dro y al que escribe nos costó unos tres (¿cuatro?) cigarritos de la risa el encontrar la gracia al film. Pero, una vez entramos en sintonía con la maravillosa sinfonía visual, ese Jimbo pegando camballadas por el desierto, ciego como un perro y mascullando frases ininteligibles, nos llegó al alma. Por no hablar de su intento de autoestop-toreo de coches, sus revelaciones dirigidas al estrellado cielo californiano o del brillante y críptico final.

Así que, si no la habéis visto aún, ya estáis tardando: al burrito, que allí la encontraréis. Y, mientras descarga, a por un par de cervezas de litro y 20 euros de costo. Si la veis serenos no me vayáis luego a venir a tocar los cojones, que ya os avisé.

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