En el Páramo no nos andamos con soplapolleces de si tengo una nariz grande, o si mi cara esta hecha a pellizcos o si me la pusieron con un tirachinas, hijas del Páramo todas teneis cabida en nuestro desierto postnuclear y todas sereis tratadas con elegancia a la par que con cariño.
2 comentarios:
Yo creo que has introducido una alegoria a la belleza interior de cada hembra. En el fondo eres un puto sensiblero.
Por la cara, macho. Esto es un monumento videoartístico a La Mujer, a sus virtudes y su valor, por encima de convencionalismos estéticos tiránicos. Sargento Hartman, me quito la máscara ante usted. Una vez más. Los chiquillos del páramo son afortunados de tener a alguien como usted para enseñarles lo que es el respeto, la tolerancia y el amor a la prójima.
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