jueves, 22 de noviembre de 2007

Test de Humungus-Roscharch, Vol.II




Si el paciente sujeto al test cree distinguir las clásicas chorradas -restos de un terrorista kamikaze, una vagina comida por venéreas, un cuadro de Andy Warhol...- en las fichas, todo está en orden. O sea, seguramente el paciente es un gilipollas, pero no de los peligrosos.

Si, por contra, el sujeto en estudio cree reconocerle a usted entre las fichas, es el momento de dejar la coca, de tomar hormonas del crecimiento y de buscar al cirujano que le extirpó las pelotas de niño, por si se las pudieran reimplantar.

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