lunes, 19 de noviembre de 2007

Leones por Corderos, o de cómo dos horas de dentista pueden molar mucho


¿Qué tienen en común un senador -o congresista, o bedel- yanki, una periodista menopáusica experta en conflictos armados y un profesor viejuno enrollao de un instituto con los alumnos más puretas y más insoportables que los de Al Salir de Clase?

Pues a Robert Redford, y el coñazo que son capaces de darte. Que no es poca cosa.

Aparte, en Leones por Corderos, comparten un nivel de implicación muy alto en torno al asunto de la política exterior y nacional norteamericana. Pero en plan Chomskys de garrafón, más preocupados en lo bien que suenen las cosas que cuentan que en lo claros que puedan llegar a quedar los vergonzosos abusos de poder del gobierno que manda en este puñetero planeta.

Así que uno sale de la sala sin terminar de tener claro si los malos son los follacabras de las montañas de Afganistán, los imbéciles de la banderita de las barras y estrellas o los venusianos. Pero contento por haber derrotado a Morfeo durante dos horas de duro tú a tú, y agobiao porque algo que no tienes mu claro apesta en el asunto de las intervenciones militares norteamericanas.

La recomendación del tito Humungus es que invirtáis los 6 eurazos de la entrada en provocar una pelea de indigentes, en ver el color del humo de un billete de 5 al arder, o en alcohol. Ya habrá algún colega que, buscando porno en el emule, encuentre que se la han colao con este film y os la pase para una noche tonta, índice en el fast forward del mando a distancia.

1 comentario:

Sargento de instruccion Hartman dijo...

PUTA MIERDA DE PELÍCULA, hace dos dias fuí a verla y nunca antes el ejército de mi amado país me parecio tan gay, maricas de mierda... pero claro lo que se puede esperar de una pelicula protagonizada por el Hombre botox y la reinona de Holliwood de la sonrisa falsa...

PUTA MIERDA, repito, PUTA MIERDA...