Veo que los parameños autóctonos son muy dados a invitar a merendar a las mozas. Yo, come buen representante de la alta buerguesía me estiro un poco más: le ponía un piso en la Castellana y HABEMUS PICADERO. Por cierto que la señorita fue la playmate del año 69 o 70. Primera aportación, algo corta lo sé, pero tiene propiedades alargantes, ¿verdad, señores?
6 comentarios:
No está mal sr. cuvric, me alegro que el artífice de momentos muy palotizantes de la historia del cine haya pedido asilo político en el Páramo.
Algunas mujeres deberían haber muerto a los 23 años -por alguna enfermedad benigna para con sus cuerpos- y haber sido crionizadas, como el Disney. Así hoy, generaciones después, podríamos disfrutar de jamelgas de microondas de primera.
O las podríamos clonar. O hacerlas sentir las ultracongeladas más bonitas del mundo. Qué tetazas, dios...
Cuenta una leyenda urbana que la crionización de Disney es una leyenda urbana.
la correlación entre los tiempos que nos tocan vivir y la belleza femenina, se ven grandemente reflejados en esa instantanea. Tiempo era ese al que le correspondía época de guerra fria entre superpotencias y en el que la moza luce con orgullo esos dos ejemplos tan logrados de piezas balistica de alto alcance con carga nuclear incorporada. Piensen ahora por un momento la correlación en el mismo caso en estos momentos de globalización. Apasionante verdad? ahora trasladen ese pensamiento a una época de apocalipsis postnuclear... no me llega la sangre a la cabeza.
¿Pero es que nadie va a decir nada de sus tetazas mariconsones? ¡¡Vaya tetazas me cago en mi calavera!!.
Con glandulas mamarias de tal índole y que no toque suelo es milagroso... la gravedad a veces no hace su trabajo.
Que tetazas!!
Que mameyas!!
La poseía salvajemente sobre la alfombra peluda, que es lo que realmente me pone.
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