martes, 29 de enero de 2008

Me gustaría ser Paul Stanley.


Si, a veces me gustaría ser Paul Stanley, no solo por ser lider de una emblemática banda de rock en la que aunque te vistas de Paco Clavel sigues siendo un machote, ni por estar arropado en un concierto por una orquesta sinfónica pintarraqueada a imagen y semejanza de tu grupo, lo verdaderamente envidiable y admirable de este tipo es tener entre el público a miles de jamelgas trotonas (gracias Hartman) dispuestas a darlo todo por que le enseñes de cerca la lengua y quien sabe cuantas cosas más.

Pd.: Por favor presten atención a las nenas del público.

3 comentarios:

Sargento de instruccion Hartman dijo...

Yo soy mas de G. Simons, y mas desde que pude ver su bajo en forma de hacha en el Hard Rock cafe de la capital del imperio... me quede palotizado.

Eso si, las jamelgas que salen en el video merecen un leñazo o incluso dos.

estanli cuvric dijo...

¿Saben que a los miembros de Kiss le sabe el miembro a strawberry? ES por eso -además de sus tonadillas- que arrasan entre la muchachada femenina.

El Gran Humungus dijo...

Pues yo no soy mucho de los Kiss, aunque les reconozco su espíritu parameño. Y será cierto lo del sabor a strawberry, porque sólo así se explica alguna que otra presencia femenina entre el público donde yo entraba sí o sí o sí. Y sí, evidentemente, me refiero en particular a un caso que sería delito. Pero para eso se inventaron las cárceles, ¿no? Para pagar por los deslices. Y sin desmerecer a las golfantas mayores de edad que salen, para que nadie se ofenda.